Marilyn Monroe | La belleza eterna de un icono inmortal
Se cumplen 55 años de la muerte por sobredosis de barbitúricos del eterno icono pop. Además del mayor mito sexual de Hollywood, Marilyn Monroe encarnó el ideal de mujer libre, avanzada, ambiciosa y “todopoderosa”, que convivía en armonía con las estrictas normas establecidas en la década de los 50. La actriz aprovechó el fenómeno del sex appeal para hacerse un hueco en la meca del cine y, desde entonces, su imagen ha sido (y es) símbolo de belleza incuestionable. Sin embargo, y pese a ser considerada la rubia más explosiva de la historia, la cultura ha impuesto sus códigos hasta configurar un canon de belleza femenina que poco (o nada) tiene que ver con las medidas de la actriz que tanto furor causaron tiempo atrás.
Marilyn Monroe. / Gtres
Curvas marcadas, piernas robustas y kilométricas, cinturas de avispa y bustos generosos. Esos eran los atributos físicos que levantaban pasiones y que encarnaban también otras celebs y mitos eróticos de la época, como Sophia Loren, Betty Page o Brigitte Bardot. Las reglas han cambiado y ahora la voluptuosidad y exuberancia femenina no se apoderan de la pantalla. Es más, apenas tiene hueco y el mensaje es claro, exigente e injusto: 90-60-90. O, en otras palabras, Marilyn hoy sería catalogada como “gordita”.
Sin embargo, y por fortuna, la dictadura de la belleza estándar y la discriminación estética podrían empezar a tener su fin. Cada vez son más los que se unen a diferentes movimientos, como el popular ‘Body Positive’, que aboga por la necesidad de sentirnos a gusto con nosotros mismos, sin obsesiones ni inseguridades. Ashley Graham triunfa encima de las pasarelas y celebs como Amy Schumer, Kate Winslet o Beyoncé pasean sin complejos (y con éxito) sus curvas por Hollywood.
Ya lo dijo Marilyn: “El cuerpo está destinado a ser visto, no a estar cubierto».